Anecdota del Machupichu

Como verán me volví antes de Bolivia, el tema fue que me mande una de esas excursiones a la montaña a Fumar "San Pedro" y sin darme cuenta aparecí en el pasillo de un Bus lleno de Cholas a la altura de la Rioja y sin un cobre en los bolsillos. Tal parece que mis últimos Bob's (así llamamos a lo Bolivianos -plata- nosotros los Yanquees*) me los gaste en un feto de Llama y 5 Muñequitos articulados de los thundercats que compre pensando que eran estatuillas de dioses Incas.
A propósito de mi viaje les quería comentar una anécdota muy divertida que viví. La cosa venia masó menos así. Después de 5 días de caminata lleguamos al Machupichu. Para los que no saben es una ciudad antigua de la época de los indios que queda en la cima de una montaña y si la pregunta es porque la pusieron ahí? Ni idea, la verdad que ni el mismo yerpa que me llevo allá tenia la mas puta idea de porque se les ocurrió armar un mini new York al lado de un nido de cóndor.
Yo creo que las Llamas estaban más estupefactas que los mismísimos turistas. Las miraba masticar las hojas con ese bamboleo de mandíbula mirando atónitas el ir y venir de gente y con esa cara de incredulidad como pensando “No fue suficiente que estos limados de taparrabos me llenaran el boliche de piedras sino que ahora tengo que soportar a estos boludos que vienen a sacarles fotos”. En fin la cuestión es que llegue a las ruinas y me dedique a relajarme y escuchar música contemplando el panorama y tratando de entender como carajo todavía nadie se había inspirado con un buen Graffiti romántico que atravesara la pared de roca del templo del Sol (el mas grande de los edificios que hay por ahí), que desperdicio de potencial pensé. Ahí estaba la oportunidad que había estado buscando de recuperar a mi enamorada, como una visión me vino a la mente la imagen de mi nombre y el suyo plasmados en la roca simbolizando nuestro amor eterno y a la vista de todos para que el mundo entero lo sepa. Me sentí un poco triste por el simple hecho de pensar en la idea de que el romanticismo había quedado atrás, tan perdido como aquella vieja civilización de petizos fanáticos de las piedras. Al igual que estos fueron masacrados por los Españoles, los actos de romanticismo ciego y puro como, los graffiti y los pasacalles que juraban amor eterno quedaron tmb en la historia como algo pasado, algo de antaño que se hacia antes cuando los sitios porno todavía no ofrecían refugio y consuelo al hombre soltero.
Cuestión que me dispuse a comenzar con mi obra cuando se me aproxima el guía y me dice que los boletos de tren que en teoría teníamos para volver de Aguas Calientes (el pueblo mas cercano a las ruinas donde nos estábamos hospedando) a Cuzco no existían y que no habían mas boletos hasta el Lunes. Lo cual se convirtió en un pequeño problema considerando que la única forma de salir de Aguas calientes era en tren o caminando otros 100 Km por la montaña. Cuestión que nos pide que bajemos lo antes posible al pueblo a solucionar el problema. El dijo que iba a bajar antes para ver como podía solucionarlo y que nos esperaba abajo en el restoran que habíamos comido la noche anterior. Con un poco de preocupación e inquietud por la situación (supuestamente teníamos que salir para Bolivia al día siguiente) me dispuse a continuar mi recorrido mientras Julián (compañero de emociones) proseguía con su siesta que duro prácticamente toda la estadía en las ruinas. Finalmente corrimos hasta abajo y llegamos al punto de encuentro, para encontrarnos con nuestro guía total y completamente alcoholizado. Su espíritu jovial fue mas fuerte que la preocupación y decidimos acompañarlo con unos tragos, el problema fue que a los 15 minutos perdió el conocimiento (tengo foto si la quieren) no sin antes intentar sutilmente tocarle un pecho a una de las chicas que iba en el tour con nosotros, verter el contenido de cerveza de un vaso en el piso del restaurante asumiendo que era meramente un fondito de cerveza caliente que iba a contaminar su nueva carga y por ultimo pero no menos importante de manera muy protocolar se deshizo de una flema que incomodaba su garganta de forma muy discreta en el medio del restaurante. Acto seguido pensamos que quizás era hora de retirarnos a cenar a otro lado y dejar solo a nuestro guía para que medite si su actuar fue el apropiado para la ocasión. Cuestión que antes de perder el conocimiento había arreglado con la gente del restaurante para que durmiéramos en el piso de arriba (si en el restauran) para ya por la mañana siguiente tomar una ruta alternativa de vuelta a Cuzco.
A la mañana siguiente tomamos un tren en sentido contrario al resto de los turistas y nos bajamos en un descampado donde cambiamos de medio de transporte. Arriba de una mini-van enfilamos para un pueblito en medio de la nada donde nuestro guía haría los contactos para que rentemos otra mini-van que nos llevara a destino final. Arribamos a este pueblito totalmente desierto y nuestro guía fue en busca de algún local que pudiera ofrecernos sus servicios de transporte, mientras nosotros nos paramos a almorzar. Una vez finalizado el almuerzo cada uno se dedico a sus tareas a la espera del guía, que estaba tramitando la vuelta. Yo me tire en la calle (había 2 calles en todo el pueblo) a leer mi libro cuando lo veo al guía metiéndose en un barcito y decido acompañarlo para deleitarme un rato con su compañía. Cuestión que allí estaba sentado con el dueño de la camioneta que nos llevaría de vuelta a casa. Me explico que todavía no podíamos emprender viaje porque había habido un derrumbe y las rutas estarían listas a las 5 de la tarde, tiempo suficiente para que entablara una fuerte amistad con el dueño de la camioneta basada en grandes cantidades de alcohol. Cosa que antes de que el reloj de las 5 nuestro guía estaba nuevamente con un pie en la zanja, abrazado de su nuevo mejor amigo el dueño de la camionetita; demas esta decir que este mismo personaje estaba a la altura de las circunstancias correspondiendo fervorosamente el abrazo. A las 5 apareció el sobrino de este señor con el móvil. Y el viaje que se dio a continuación fue sin duda uno de los viajes más trascendentales de mi vida.
La cosa venia así era una mini-van toyota que formaba así: Adelante estaba el sobrino pie de plomo, acompañado por Walter y su nuevo amigo que iban prácticamente sentados arriba de la palanca de cambios bailando y cantando al ritmo de una cumbia peruana. En la segunda fila venían una pareja de Irlandeses y una local que recogimos en el camino, en la tercera fila Johny (USA) y Juli (Caballito) y por ultimo al fondo venia yo con 2 chicas (Irlanda y USA) que tenían más calmantes encima que toro en San Fermín. En su eterna búsqueda de la piedra filosofal y el cáliz de la vida eterna la noche anterior habían incursionado en la Quetamina (poderoso calmante de caballos). Asi que ahí estaba la tripulación, solo faltaba la frutilla del postre a la cual prontamente se le dio mecha y se prosiguió a rolar. Por supuesto nuestro guia no quizo quedarse sin su porcion del pastel con lo cual se prendio al carioca instantáneamente. A los pasajeros no nos parecio una gran idea que los copilotos continuaran agudizando sus sentidos pero no pudimos decirles que no y cortarles las alas a estos 2 free spirits (como diria John).
Bueno y así transcurrió el viaje a altas velocidades por camino de montaña escuchando Rosita a todo volumen acompañada por el coro de Ángeles Peruanos que ocupaban los puestos de comando de la nave. Pasados unos 20 minutos uno de los tripulantes comenzó a perder la calma y alucinar que la velocidad era excesiva y que tarde o temprano caeríamos por el precipicio. En pos de ayudarla a recuperar su salud mental pensé que lo mejor seria tomar su lugar junto a la ventana que daba al precipicio y dejarla a ella en el medio del asiento trasero. Acto seguido me encontre cara a cara con la Parca y vi pasar mi vida frente a mis ojos. Sentí que la velocidad empezaba a ser un poco desmedida y que la muerte era inminente. Empecé a sentir una desproporcionada preocupación por nuestro futuro. Cuestión que antes de que terminara de perder la compostura el auto se detuvo y empezó a ir despacio, estábamos pasando junto al derrumbe con lo cual hubo que reducir la velocidad. Una vez que lo hubimos pasado recuperamos la velocidad crucero (Lo que yo estime rondaba los 175Km/h) pero no por mucho puesto que a los pocos metros nos encontramos con otro derrumbe, y luego otro y luego otro. Sorprendido comente “estamos perdidos la montaña se viene abajo definitivamente vamos a morir” cuestión que al escuchar esto un tripulante libre de toxinas se voltio y me explico que de hecho las repetidas frenadas se daban por las cualidades estructurales que poseen los caminos de montaña que bajan en forma de Zig-Zag. Indicándome que eso explicaba que un mismo derrumbe corte el camino en varios puntos situados a distintas alturas. Admiración es poco, sentí que tenía frente a mí un futuro premio Novel. Después de debatirlo con la Irlandesa llegamos a la conclusión de que si, definitivamente John tenia una capacidad distinta.
En otro tramo del camino nos detenemos porque al dúo se le urgía ir al baño con lo cual frenamos en el medio de la montaña y se bajaron a mear, en su lucidez no se les ocurrió mejor idea que mear juntos de frente a la ventana de atrás cosa que todos podamos admirar su anatomía mientras estos dos personajes charlaban de lo mas campantes como si nadie estuviera viéndolos.
En otra frenada que realizamos en medio de este camino de la muerte para que las chicas fueran al baño, a nuestro guia se le ocurrio la fantastica idea de apagar el auto y todas las luces para que nadie las viera a nuestras colegas ir al baño. Como podran imaginarse a mi y al resto de la gente nos trajo cierta preocupación estar en medio de un camino de montaña de carril y medio en plena oscuridad con las luces apagadas, temiamos que quizas venga otro vehiculo y nos tire por el precipicio, sin mencionar que se iba a llevar de sombrero a las pibas que estaban haciendo sus necesidades. Pero en fin otra gran idea de nuestro admirado guia que por suerte salio bien, mantuvimos la intimidad de las señoritas y salimos sanos y salvos.

Bueno cerrando llegamos sanos y salvos a Cusco y bueno el resto son puras huevadas que las rocas muy lindas, que los paisajes, etc….eso tienen que verlo por ustedes mismos muchachos.

Hasta la proxima aventura


*Yanquee: todo aquel que mida mas de un metro cincuenta y no este cargando a sus hijos y todas sus pertenencias en una tela multicolor manufacturada por el mismo. De hecho al yanquee lo reconoces porque le saca fotos al que te vende la comida, a la comida, a la mesa, a los condimentos, etc… hasta que eventualmente le afanan la cámara.